27.9.11

PARADOXA N.W.


 
The Journey - Boston




Unha das cousas que ten eiquí , a *raia, é que ao amencer nunca lle puxeron pegas. 
Ao medodía xamais lle deron o alto.
Cando iso ocorría, eles levantábanse, almorzaban; nós tempo facía.
Espertar os ferros vellos e estabrecer a vixilancia era o seu laborío. O noso xa fora.
Cando nos paraban ninguén sorría; eles á súa hora, nós menos unha.
Estas diferenzas dábannos vantaxe de paso. A ista beira outra  istoria, outros tempos, de moito coidado.
Camiñando, sen velocípedos nin cuadrúpedos adecuados, viaxabamos aos seus ollos sorprendidos.
A isa hora de paso, lembro as súas voces recramándonos. Aperturas de zurrons e sacos.
Cando isto ocorría o sol estaba no alto saltándose todas as barreiras e pasando.
Asunto noso era o solpor, por iso nunca o recramaron.[d:D´]


  Una de las cosas que tiene aquí, la frontera, es que al amanecer nunca le pusieron pegas. 
Al mediodía jamás le dieron el alto.
Cuando eso ocurría, ellos se levantaban, desayunaban; nosotros, tiempo hacía.
Despertar los fierros viejos y establecer la vigilancia era su cometido. El nuestro ya había sido.
Cuando nos paraban nadie sonreía; ellos a su hora, nosotros menos una.
Estas diferencias nos daban ventaja de paso. A este lado otra historia, otros tiempos, de mucho cuidado.
Caminando, sin velocípedos ni cuadrúpedos adecuados, viajábamos a sus ojos sorprendidos.
A esa hora de paso, recuerdo sus voces reclamándonos. Apertura de zurrones y sacos.
Saludos
Cuando esto ocurría el sol  estaba en lo alto saltándose todas las barreras y pasando.
Asunto nuestro era el ocaso, por eso nunca lo reclamaron. B.D.