.jpg)
Cuando recibí su aviso estaba en clase con unas cerámicas que pegando un vuelco se fueron al suelo.
Esto me dijo: - Hoy hay un paso de la Estación Internacional Espacial por Las Rozas.
Rozábamos el filo de las diez cuando pusimos todo en orden y nos dispusimos a esperar. Un vigilante de seguridad de una finca contigua al camino paralelo a la vía donde estábamos nos sorprendió con los trípodes y las cámaras montadas. Otra cámara les había dado aviso por si eran unos paparazo quienes urgaban en sus territorios íntimos. Nada más lejos, pues lejos enfocaba Danikxt su telescopio para una captura iluminada que hacía sombra a cualquier estrella; incluso a estrellas tan terrenales como las tan norteamericanas de hollywood o las del papel cuché que se ponen en órbita desinteresada cada vez que de dinero se trata.
Ya nos daban las doce rozando oscuro el tiempo y de un barrido de la tarde el viento había limpiado apaciblemente cuanta nube se hubiera podido interponer entre nuestro camino y el objeto volador.
A partir de ese instante las risas compitieron con los trenes que cada poco pasaban, sus maquinistas viendo nuestro avance pitaban sordamente sus sirenas.
